Los espejos están constituidos en base de vidrio, tienen la capacidad de reflejar cualquier imagen de la realidad, aunque la tonalidad y la nitidez de lo que reflejan puede variar dependiendo del tipo de vidrio.
Constituyen piezas claves en la decoración, porque pueden ofrecer diferentes sensaciones según sea nuestro propósito. Así sirven para dar sensación de amplitud, de luminosidad, de profundidad o de continuidad.